Hablemos de emprendimiento y emprendedores
10 enero, 2012 a las 14:40 | Publicado en Uncategorized | Deja un comentarioEtiquetas: blackberry, complejos, emprendedores, emprendimiento, esfuerzo, frappuccino, innovación, inversión, lima, madrid, negocios, nyc, Perú, quinta avenida, sacrificio, sevilla, starbucks, trabajo, valor, wallstreet
Por dónde empezar cuando todo el mundo te dice “eh, quieto ahí, no te arriesgues”… Es una de las preguntas que en muchas ocasiones ronda mi cabeza: ¿Por dónde empiezo?, ¿Por dónde voy?, ¿Cómo consigo obtener más valor?, ¿Y si me equivoco?, ¿Y si luego tengo que darle la razón a los que me dicen, no lo hagas?… Qué difícil situación, qué momentos de “agobio”, esos instantes que se sitúan entre una gran idea y un montón de argumentos para no echarla a andar. Está claro, y esto lo sabemos todos; la mejor manera para no equivocarse es no hacer nada. Hombre, muy animal hay que ser para cometer errores en cosas donde ni siquiera intervienes, no? jejeje
No sé si lo sabéis, pero las mejores ideas se generan entre risas y conversaciones que no tienen mayor relevancia. Particularmente no recuerdo ninguna idea, buena, que se me haya ocurrido sentado en mi despacho, con la calculadora en una mano y el Financial Times en la otra, sencillamente no lo recuerdo. Aunque también es verdad que leo el FT en la web, y que utilizo la calculadora del móvil, pero vamos; que no me ha venido a la mente ninguna idea buena en medio de estas condiciones.
Por el contrario, normalmente, y creo que más de uno me dará la razón; se me han ocurrido en condiciones de necesidad y de creatividad forzada. Cuando estás en esa encrucijada de “o hago algo nuevo, o me condeno a ser como los demás” No sé, hay gente que es creativa y luego habemos algunos que tenemos creatividad para las cosas.
Particularmente me muevo en entornos muy complejos y muy ricos en diversidad, lo mismo te hablo con un catalán, que con un andaluz, que con un extremeño, un limeño (peruano), un chileno, y mira tú; también con colombianos, mexicanos y últimamente con panameños…Todo esto, además de aportarme valores diferentes y en ocasiones parecidos a los míos, me permite contemplar la capacidad que tienen las personas que no viven en “países desarrollados”. Muy lejano a lo que muchos (subnormales) piensan, no viven en los árboles ni se alimentan en base a la recolección, todo lo contrario; son gente muy trabajadora y con muchas ganas de comerse el mundo, aunque lastimosamente, en muchas ocasiones el mundo se los ha comido a ellos y les cuesta muchísimo salir adelante.
Es verdad que el vivir en Europa, aunque sea en España, influye fuertemente en la mentalidad de los jóvenes, quienes son los que pueden emprender realmente y cambiar el mundo, muchos jóvenes viven pensando en que alguien más les solucione la vida y que todo sea lo más sencillo posible, vamos, que el esfuerzo sea el justito, el mínimo, que no nos ensuciemos, que no nos remanguemos, que no, que no, que no… pero luego quieren ser empresarios, o como ahora nos llaman, emprendedores.
En países y sociedades donde las cosas no son tan “desarrolladas” como en España, la gente que tiene una buena idea, tiene que sufrir verdaderas odiseas para ponerla en marcha, desde tremendísimas tasas de interés (he visto hasta 120%), hasta funcionarios exageradamente corruptos que te piden hasta lo que no está escrito con tal de complicarte las cosas, y que tú te veas forzado a “colaborar” para que te las “agilicen”, para posteriormente vivir con el tormento de que te visite Hacienda o el organismo correspondiente a los tributos, donde SI o SI te han de multar por lo que sea, donde SI o SI vas a tener que pagar algún “favor” al inspector… Sin duda, situaciones que aquí en España no vemos, al menos no a dicho nivel.
Si nos ponemos a pensar en lo sencillo que es emprender nuestras ideas en España, frente a lo complejo que puede resultar en otros sitios, llegaremos rápido a la pregunta: ¿y por qué no hay más emprendedores? Yo creo que la respuesta es simple: “hay exceso de comodidad, exceso de pesimismo, exceso de ayudas y exceso de conformismo”. Hablaba el otro día con un chaval que quería ser emprendedor y no sabía por dónde empezar, éste me decía:
“…JuanMa, pero es que el problema es que no tengo dinero, no tengo capital, necesito un despacho, amueblarlo, contratar una secretaria, una BlackBerry, algunos trajes, hacer tarjetas, papelería, publicar algún anuncio para hacerme conocido…y eso, eso SOLO PARA EMPEZAR!!!”
Hombre, yo con todo el cariño del mundo (aunque lo primero que me vino a la mente fue meterle un par de hostias), le dije y le expliqué lo terriblemente equivocado que estaba, eso no es así, le dije:
La realidad de las cosas es que lo primero que necesitas es quitarte ese complejo de “gran empresario” que te han metido en la cabeza, ya que para empezar a serlo, no te hace falta ni tan siquiera la corbata. Nos han diseñado y programado desde muy pequeños para pensar que los grandes empresarios son tipos inalcanzables, con trajes carísimos, con maletines de cuero, chófer, despachos en la última planta de algún rascacielos y que van por el mundo comprando y vendiendo acciones al mismo ritmo que beben cafés del Starbucks mientras caminan por la Quinta Avenida… Y bueno, aunque sea posible que algunos de verdad existan (o quizás muchos, no lo sé), la realidad es que el empresario que hace que el mundo se mueva, el que permite que la gente coma y el que dinamiza los mercados, es más bien gente con menos parafernalia de la que te piensas.
Hace no más de 3 meses, me encontraba yo caminando por la Quinta Avenida con un frappuccino del Starbucks en la mano y mi Smartphone en la otra, mientras hablaba con alguien en Perú para que me imprimiera 1000 camisetas de cara a un evento que realizaría a finales de año en dicho país, y al que asistiría tras volver a España. Sí, tres husos horarios distintos, negocios internacionales, viajes, Starbucks, Quinta Avenida, Smartphone, uff!!! Lo mismo y estoy desayunando en Madrid, comiendo en Sevilla y cenando en Málaga, y todo en el mismo día, o desayuno en Málaga, como en Madrid y ceno en un avión mientras cruzo el Atlántico, para luego desayunar en otro país, mientras mi cuerpo debería estar durmiendo. Y esa es la realidad de las cosas, pero yo simplemente estoy trabajando y haciendo lo que más me gusta, así que no considero que por ello tenga que tener algún trato especial ni nada en particular, salvo el respeto que todos merecemos, no? A lo mejor alguno empieza a alucinar, pero como siempre le digo a mi gente: «Tú preséntame como quieras, pero yo soy JuanMa, nada más»
Pues bien, ahí es donde radica el principal problema para los emprendedores, los nuevos, los viejos y los que aspiran a serlo. Muchos se creen “alguien” en cuanto reciben su primer correo por BlackBerry, por eso no me gustan y siempre lo digo: Siento que las BlackBerry no son para emprendedores ni empresarios, son para empleados a los que se les quiere hacer sentir “importantes”… jejejeje, “ahora tengo BlackBerry”, “me dieron una BlackBerry”, “…enviado desde mi BlackBerry de Vodafone” jajajajajaja… que sí, que tienes BlackBerry, YYYYY??? =)…el tambien tiene una:
Entonces, muchos emprendedores en cuanto han emitido su primera factura, se confunden y posicionan su mente en la pose del “empresario”, ya no me remango, ya no tengo que sudar, ya no tengo que trabajar, necesito becarios (subvencionados, mejor aun), yo soy el jefeeeeeeeeeeeeeee!!! Y es ahí donde empiezan los problemas, es ahí donde empiezas a perder el rumbo, donde ya no eres creativo, donde ya no piensas en nada más que en “que grande soy, esto lo monté yo solito” Y en ese momento, murió el emprendedor y nació un jefesaurio, un empresaurio, un “cosa” que si tiene que enfrentarse a una poderosa crisis (como la actual), no sabrá ni tendrá herramientas para salir de ahí, no podrá afrontarla, ni sabrá cómo superar sus problemas ¿Por qué? Porque está más preocupado de no perder su “estatus” que de seguir moviéndose como emprendedor.
¿Por dónde empiezo?, pues yo creo que lo primero es mentalizarse frente a una realidad aplastante, el emprendedor de verdad es una persona que está destinada a trabajar muchisisisisisisisisimo más que cualquier empleado, es un personaje dispuesto a dejarse la piel por conseguir avanzar dentro de sus ideales y que antepone el esfuerzo y el sacrificio, frente a la comodidad y el conformismo. Normalmente, muchos le tildarán de “loco, exagerado, sin vida, etc, etc”, pero esos muchos seguirán trabajando para alguien más, mientras el emprendedor consigue dejar huella en los demás, en el mercado, en la gente, en diferentes sitios y circunstancias. Lo más sencillo es hacerle caso a la gente que con sus consejos valida tus propios miedos: “No lo hagas, puedes fracasar”, eso es lo más sencillo, hombre; todo lo que uno hace en este mundo tiene dos resultados posibles: “salir como uno quiere” o “no salir como uno quería”, no hay más; así que SIEMPRE puedes fracasar. No hay negocio 100% seguro, no hay apuesta sin riesgo, no hay proyecto perfecto y no hay socio incondicional, siempre te podrás encontrar en situaciones inesperadas, siempre aparecerán problemas, inconvenientes, tristezas, decepciones, engaños, fracasos… SIEMPRE, pero el emprendedor sabe que hay que seguir, que no puedes parar, que si este proyecto no salió, el siguiente sí lo hará, y si no, el siguiente, y así siempre, porque si fracasas la primera vez, y con eso te basta como “aventura empresarial”; entonces no eres emprendedor ni eres nada, eres simplemente uno más del montón que estuvo probando a ser valiente y que confirmó, es así; que no lo era.
Ser emprendedor es una opción, tan respetable como no serlo, no se es mejor ni peor por serlo o no serlo, simplemente es una opción más, pero como todo, o se es, o no se es, y por lo general el que es emprendedor lo está siendo, no está intentando serlo…
Un amigo mexicano, de Guadalajara; nieto de un riquísimo empresario minero, y reconocido publicista; me dijo una vez: “Ay Juan, cá! La gente se cree que el éxito es una meta, y no es así, la verdad es que es un camino al que algunos pueden llegar, pero muy pocos consiguen permanecer en él” Y tenía razón. Yo pienso que la mejor manera de mantenerse en “el ajo” es apostar constantemente por iniciativas innovadoras, por proyectos nuevos, no quedarse únicamente con una idea, con un negocio, yo particularmente llevo adelante varios proyectos, 7 exactamente; y si uno va mal, el otro va bien, y si uno cae, el otro compensa, y si en uno no hay buena previsión, en los otros sí, es así: “No pongas todos los huevos en la misma cesta”.
Ahora, ya que hablamos de emprendimiento, os contaré que junto a un grupo de buenos compañeros y con el respaldo de empresas de primer nivel (que anunciaremos en breve), hemos puesto en marcha una iniciativa que nos traerá grandes alegrías y una buena plataforma a todos los que sentimos una gran devoción por la innovación y el emprendimiento. A esta nueva iniciativa la hemos denominado: Instituto Internacional para la Innovación y el Emprendimiento, “el IN3E”; cuyo fin primordial consiste en contribuir de manera activa a la difusión, divulgación y desarrollo de la innovación y las actividades emprendedoras por toda España y Latinoamérica, contribuyendo de forma activa a la mejora del mercado, la sociedad y la economía, respecto a la I+D y al emprendimiento. Ahi una fotito de la directiva:
Os cuento que estas actividades, ya en marcha en Sevilla; nos han llevado a movilizarnos hacia Latinoamérica donde inicialmente haremos algunos movimientos estratégicos en Perú, país donde ya hemos puesto “un pie” y donde en breve iniciaremos un conjunto de actividades bastante llamativas, junto con otras iniciativas privadas que personalmente tengo en marcha en dicho país.
El Instituto nace con la misión de llevar a cabo diversas experiencias revolucionarias para acelerar el proceso de emprendimiento innovador, que van a suponer un punto de inflexión en el modo de estimular el tejido económico y de apoyar y acelerar las iniciativas empresariales, con un proyecto estrella apoyado por patrocinadores de primer nivel, inversores y colaboradores orientado a facilitar el diseño, la producción y la puesta en marcha de iniciativas empresariales bajo un entorno abierto, colaborativo y vivencial, en un tiempo limitado, y que situará a toda ciudad donde se realice como un referente internacional en Innovación y Emprendimiento.
Os gusta? Pues no veas si me gusta a mí! =)
Seguimos!!
Sobre la necesidad de cambiar algunos paradigmas
5 noviembre, 2011 a las 22:29 | Publicado en Uncategorized | 1 comentarioEtiquetas: crianza, crisis, disciplina, economía, errores, generaciones, hijos, humanidad, idiosincracia, juventud, mentalidad, niños, orden, paradigma, sacrificio, talento, trabajo
Esta semana he estado pensando en muchos temas y he hablado con muchísima gente al respecto, con una ventaja en todo esto, que cada persona con la que he hablado sobre estos temas, vive en un país diferente… eso da otra visión. Bueno, comenzamos…
Van pasando los años y sistemáticamente las crisis vienen, van, vuelven y nuevamente desaparecen, es curioso, sí, pero es una realidad innegable. Las condiciones por las que esta crisis va y viene, suele ser explicadas en amplios términos económicos, se suele contar con detallados informes que prueban y comprueban, una y mil veces, como se ocasionó, por donde llegó, cuando, según quien lo diga, incluso se aventura con “el por qué” del asunto… no sé, yo sigo viendo un factor común en todas las crisis que este precioso planeta viene atravesando, uno solo, uno que siempre está presente, que nunca (afortunadamente, de momento) deja de aparecer, ¿ya caísteis?… pues sí, me refiero a nosotros, los humanos.
Viendo la situación y las diferentes etapas, motivos, y circunstancias que nos llevan una y otra vez por el mismo camino, es recurrente el mismo tipo de comportamiento, la misma elección, la misma condena, seguro que lo sabéis… me refiero a que, gastamos más de lo que tenemos. Nosotros, los humanos y quienes aún no hemos conseguido probar que no lo somos (jejeje), estamos parece ser, condenados a repetir nuestras mismas desgracias con el paso de la historia, siempre hay por ahí un dictador, siempre hay por ahí algunos ricos, muchos pobres, siempre que hay bonanza se gasta más de lo que hay, aunque haya de sobra, se gasta más aun, y cuando la cosa viene mal, siempre nos lamentamos de la misma manera… “que mala suerte”, “si yo hubiera…”…
El fin de semana una tía me contaba su opinión respecto a este tema, me decía: JuanMa, es que nosotros hemos tenido una época muy buena, llevábamos por lo menos 20 años de bonanza , mis hijos se han criado de manera diferente, los mayores tuvieron que trabajar mucho, salir adelante, apoyarnos, pero los menores no tuvieron que “dar un palo al agua” ni por un solo segundo de sus vidas, y bueno, ahí están ahora, tenemos que ayudarles, apoyarles para que no pierdan la casa, para que coman, para que sigan estudiando… pero NADA de buscarse la vida, nada de pensar en hacer la maleta, nada de sacrificarse, nada de pensar en que hay que trabajar duro para salir adelante, y claro, nada de pensar en que nosotros, sus padres, no seremos eternos… me decía con lastima en los ojos: “¿acaso nos hemos equivocado?, ¿acaso es un error darles todo lo que puedes darles y procurarles una vida cómoda y sin problemas?…
La realidad es que callé por no dar mi opinión sobre el tema, ya que al margen de todo soy una persona con una idea muy clara al respecto, y en ocasiones contundente según quien lo vea; yo pienso y estoy absolutamente convencido que a la juventud, a los niños, a los adolescentes, hay que darles responsabilidades todo el tiempo, desde el simple hecho de hacer su cama, de llevar su ropa a la lavadora, ordenar sus juguetes, exigirles disciplina en sus actividades, por muy nimias que estas puedan ser… que cumplan con su labor todo el tiempo y que las ventajas que vayan adquiriendo, aunque se las proveamos nosotros inicialmente, les cuesten esfuerzo o al menos, sean conscientes que no son gratis, que no son caídas del cielo y que no caigan en el error de pensar, como el hijo de un amigo, en que el dinero nace en los cajeros automáticos…
La anécdota fue: “papá tu para que trabajas, yo de mayor no voy a trabajar… es tan sencillo como ir al cajero y sacar dinero, para que trabajar???” duro, no?… pues hay toda una generación o dos que se lo creen.
Esto sin ser muy histriónicos, es claramente un problema de fondo, un error de programación, un fallo del sistema, un claro momento en el que dices “siembra vientos que cosecharas tempestades”.
Dice la RAE:
Paradigma.
(Del lat. paradigma, y este del gr. παράδειγμα).
1. m. Ejemplo o ejemplar.
2. m. Ling. Cada uno de los esquemas formales en que se organizan las palabras nominales y verbales para sus respectivas flexiones.
3. m. Ling. Conjunto cuyos elementos pueden aparecer alternativamente en algún contexto especificado; p. ej., niño, hombre, perro, pueden figurar en El — se queja.
Si hace falta me pondré y redactaré un post únicamente dedicado a los paradigmas y las escuelas estudiadas en la sociología, pero vamos la idea es simple y estoy seguro que el mensaje también.
Está claro que todo el problema radica en el ejemplo, en la programación que como individuos recibimos desde muy pequeños, en los complejos de quienes nos educan, en las bondades y maldades, en los contextos y circunstancias que cada uno ha vivido, está clarísimo. Ahora bien, está muy claro pero nadie parece hacer nada para romper con este problema, si, sabemos que el problema radica en la crianza (y quien no, ya está tardando!)… ¿¿pero somos conscientes de esto realmente??… ¿habeis identificado que estamos en un circulo vicioso?…
Deberíamos, todos, tener esto muy presente, quienes tenemos niños pequeños, quienes los tenemos un poco mayorcitos, en fin, todos… que el daño en realidad lo fomentamos nosotros mismos, los seres humanos, y que deberíamos cambiar con esta situación de una vez y para siempre, ¿es utópico?, no lo creo… lo que sí creo es que todos hacemos lo que hacemos y caemos en el mismo error, con la mejor de las voluntades, como mi tía, quien estaba segura de hacer lo mejor para sus niños, y que solo estaba procurando darles todo lo que estaba en sus manos para que, quizás como ella, no pasaran necesidad ninguna…
Es complicado, es duro, pero es necesario darse cuenta de esto ahora… porque es probable que solo así, evitemos que “el próximo ciclo” de la crisis no recaiga en nuestros nietos… debemos fomentar el esfuerzo para conseguir las cosas, la disciplina para cumplir con los objetivos, el premio y el castigo (conductismo puro) frente a situaciones correctas e incorrectas, porque caso contrario, y dando respuesta a la pregunta que me hicieron, si, será nuestra culpa toda la desgracia en la que caiga nuestra próxima generación y la siguiente.
Puedes ser el causante de que el círculo vicioso se convierta en virtuoso, o solo un eslabón más en la cadena que nos acompaña de manera sistemática durante toda la historia de la humanidad.
Yo desde luego, lo tengo claro… ¿y tú?
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