Yo tambien, si, yo tambien estoy indignado

Hoy, como cada viernes, me he despertado sobre las 4:15AM con la finalidad de terminar varios temas y ganarle tiempo al tiempo… ¿Por qué me levanto a las 4:15 los viernes?… En serio no lo sabéis?  No lo adivináis? Pues es simple, porque la mitad del país (la que queda aún con trabajo) sólo permanece en su puesto de trabajo hasta eso de las 14:00 o un poco más… y no sé, la realidad es que entre que me sienta muy mal cuando llamo a alguien y me dicen “esta desayunando” o cuando llego a algún sitio y “están de viernes”… pues no sé, prefiero levantarme a primerísima hora y estar listo para no depender de ningún cachondo mental, salvo de uno (yes, me), durante el resto del día.

No sé, durante toda mi vida he desayunado en casa o donde sea que amanezca (hotel, avión, coche, casa de colegas, donde sea)… vamos, los días que lo hago (que desayuno), suelo hacerlo bien con un café (Nescafé), o bien con un Colacao (promoción a tope, jejeje)… pero por algún motivo no entiendo cuando la gente se larga (literalmente) a desayunar a media mañana, cuando se les está pagando por trabajar en algún sitio… y vamos, digo se larga, porque se largan… como por mandato divino, los músculos de la mano se estiran, los dedos se abren, la postura se tensa y un boli cae… “ha llegado la hora del desayuno” y todos los que estéis esperando por algo, todos aquellos que podamos tener la mala suerte de necesitar algo en ese instante, pues, sin más trámite existencial, lo llevamos claro.

¿Es acaso esto natural? ¿Está bien? ¿Quizás contribuye esto a la situación actual, o al menos a que nos afecte más en España que en otros sitios?… No sé, son cosas que en realidad me cuesta procesar, vamos, no sin convertir al menos la mitad de mi querido hígado en “fuá” =)

¿Por qué somos así? Y digo somos por empatizar, porque vamos, me arranco los brazos antes de actuar de manera similar… ¿Por qué extraño e incomprensible motivo actuamos así? Es complicado, duro, entristecedor, desalentador, y cualquier otra cosa que simbolice lo que se siente cuando alguien te decepciona… y bueno, en honor a la verdad, por muy decepcionante que sea, es algo en lo que presto mucha atención, y algo que analizo día a día… no sé, hay incluso personajes que cuando “sueltan el boli”, se ponen en pie con cara de “yo lo valgo, me piro y ahí os quedáis…. y que pasa???”… u otros que simplemente pasan de ti como de comer miel de abeja, aunque los tengáis en frente y tú, si tú, tengas una urgencia o alguna preocupación… es como si dijeran sin decirlo (por Dios que nunca me toque uno que lo diga), “es mi derecho sublime y celestial, hacer lo justo, lo mínimo y que a ti, sí a ti, que te den!!”

Ahora bien, estoy casi convencido que hasta este punto, 9 de cada 10 está pensando en los amigos funcionarios, no???… pues NO!! Y eso es algo que realmente me mortifica, no hablo de trabajadores del sector público, ni de gente que con esfuerzo se ganaron su plaza (no así el derecho a gandulear), no, lo que me ha hecho sentir mal durante esta semana ha sido visto en otro ámbito… ha sido en una empresa privada.

Que pasó: andaba yo en busca de una dirección, la verdad es que mi colega y yo dimos unas cuantas vueltas (de aquellas que dices “debí girar en Albuquerque”) para llegar al sitio en cuestión… sí, era muy importante llegar a tiempo, entre otras cosas por una ligera obsesión que tengo con la puntualidad. Pues bien, llegué al sitio en cuestión y dado que no conocía a la persona con la que tenía que hablar, decidí hacer uso del “comodín de la llamada”… presto y sugerente, desenfundé mi móvil (nuevo casualmente, una pasada de móvil) y cual brisa marina, deslice mis dedos hasta conseguir el número que necesitaba, momento en el cual, como cualquiera que aún tiene la memoria inmediata en condiciones, le di a “llamar” =)

El teléfono, mí teléfono, emitía sonidos característicos a cuando una llamada está en curso… “tuuuuuuuuuuuu, tuuuuuuuuuuuuuuuuu, tuuuuuuuuuuuuuuuuuu”… claro, con algo de impaciencia y quizás molestia, comprobé que nadie me contestaba…  en ese momento me plantee dos opciones, aunque sólo la segunda era productiva, así que la tomé… dedos en marcha, teléfono sonando (again)… “tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, tuuuuuuuuuuuuuuuu, tuuuuuuuuuuuuuu”… grata fue mi sorpresa cuando acercándome más al edificio donde tenía la reunión, en la entrada, se escuchaba coincidentemente otro sonido, uno que además de satisfacción me inspiró un subidón de “eureka”… este sonido era: “riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing” =)

Mi colega y yo nos quedamos viendo uno al otro, y le digo, ¿será?,¿subimos no?… Había tenido la brillante idea de seguir, no sólo mis instintos, sino el sonido aquel en busca del otro extremo del canal de comunicación… encontrar al receptor!!!!

Escalones arriba, conforme me acercaba al sonido éste se iba haciendo cada vez más intenso, más alto, más crispante (si acaso)… conforme subía los escalones, empecé a divisar un mostrador de recepción, y conforme más subía, más del mostrador veía, más escuchaba al receptor, y más crecía mi “indignación”… seguí subiendo, y de pronto tras un par de escalones más, el mostrador se iba complementando con cabello, luego con una frente humana, luego unos ojos, y luego por fin, un rostro…. Sí, señor!!! Había encontrado a un ser humano, y que mejor ser humano podía encontrar yo en ese momento, que una presta y servicial recepcionista… ¿no?… pues no!!!…

Más y más, mi cuerpo tomaba rumbo hacia el mostrador, y mis ojos se iban abriendo más y más conforme comprobaba que el “riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing” venia inmediatamente de al lado de la recepcionista, y que ella “Oh más dura que mármol a mis quejas”, ni tan siquiera miraba el teléfono… cuando por fin me quedo frente a ella, y con una sonrisa de lado despego el móvil de mi oreja izquierda (mientras el teléfono sigue timbrando), me mira con condescendencia, mira mi cara, mira mi móvil (e imagino que el humo que me salía de las orejas, jejejeje), se gira con desprecio y altanería… mira el teléfono que tiene al lado y con actitud de “ya está aquí otro infeliz que se cree que yo tengo que contestar todas las llamadas”, suelta su lima de uñas, y me dice:

 “¿El 61… es usted?, ¿Está usted llamando?, dígame!”

Vamos, no sé exactamente como os quedaríais vosotros, pero yo estaba a puntito a puntito de conseguir “el nivel 4”, jajajajaja, la verdad es que ahora me río… pero en ese momento me causó muchísima indignación, no sé, creo que en ese momento comprendí a «los indignados»… es justo, si alguien los trata como a mí la recepcionista, me da que tienen razón (en su razón, quizás no comparta la forma)

Ahora puede resultar incluso cómico, pero creedme, os puedo asegurar que si yo hubiera sido el jefe de esta señorita, hubiera engrosado las filas del paro en ese mismo instante, o si yo conociera a su jefe, también.

Ya lo comentaba hace unos días, es un tema, una cuestión de actitud… es dolorosísimo, no sé qué le pasa al personal, estamos mal en conjunto, y este tipo de actitudes, de personajes, no deberían existir… es una mala manera de entorpecer las cosas, porque vamos a suponer que no era yo, supongamos que era una proveedor para confirmar un pedido, o un cliente para solicitar un presupuesto, o alguien que nos va a ofrecer la oportunidad de nuestra vida como empresa… no sé, algo así… es justo, es natural que se pierda esta opción por tener a una persona así de apática frente (o al lado en este caso) del teléfono??? Si no le gusta su trabajo, que se vaya y que venga otra persona que lo haga BIEN y con gusto…

Cosas como esta, si te planteas el “efecto mariposa”, es lo que puede estar entorpeciendo el despegue, o la subsistencia de muchas empresas en España… Multipliquemos esto por varios cientos de miles de empresas y me imagino que cerrarían miles y miles (ah!, que ya ha pasado?, vale)… y si no limitamos  esta actitud a la recepción, sino la ponemos en algunos otros puestos (que también pasa eh)… qué pasa si el comercial es pasota o “escaqueitor”, qué pasa si el director comercial piensa más en irse de cachondeo que en la verdadera posibilidad de generar negocio para su empresa… qué pasa si a quien pones en frente de tu negocio, es un ocioso o un pasota total con alma de “emperador de la salsa” o «rey del mambo»… por Dios, porqué hay que ver estas cosas????

Una nota que debe ser vista desde ya: NADIE nos va sacar de la situación en la que estamos, sólo nosotros mismos, este domingo tenemos elecciones, no sé, espero que gane ESPAÑA, pero sin duda tengo algo claro, gane quien gane, si la actitud de la población sigue siendo la misma, vamos listos todos…

No generalizo, pero tengo muy claro aquello de “una manzana podrida es capaz de estropear todo un barril”… y lo sabéis, verdad?… a todos mis amigos empresarios, a todos mis amigos emprendedores, a todos mis clientes, a mi competencia, a mis familiares, a todo aquel que me quiera escuchar… NO TOLEREIS A ESTE TIPO DE GENTE EN VUESTRAS EMPRESAS!!!!! no haceis daño a vuestro negocio, unicamente, se lo haceis al pais completo, al mundo entero, vamos!

Ahora bien, desde aquí un agradecimiento a “la rubia del teléfono”, me has dado mucho en que pensar y un lección de vida, ahora soy un indignado más… pero de la gente como tú!!!!

Venga, ahora a seguir, que tengo mucho lio aún por delante y el día solo tiene 24 horas, a ver si es verdad y se cumple el deseo de mi amigo Sergio, y este año los reyes nos traen relojes con 30 horas!! =)

Venga, sigamos!